Fotógrafo de bodas con base en Gran Canaria, aunque siempre dispuesto a viajar donde me lleve una buena historia de amor.
Me considero una persona tranquila, curiosa, cercana y con una gran conexión con las personas. Amante de la naturaleza y de los animales —especialmente de mis perritos y gatitos, que forman parte esencial de mi día a día.
Mi estilo de fotografía es natural, documental y muy detallista. Me gusta contar las bodas tal y como ocurren, sin artificios, captando cada emoción real, cada gesto espontáneo, cada pequeño momento que, con el tiempo, se convierte en un recuerdo gigante. No busco poses forzadas, sino que todo fluya con naturalidad y que las imágenes reflejen quiénes son ustedes de verdad.
Lo que más me emociona de mi trabajo es poder contar historias reales, captar emociones auténticas, risas espontáneas, miradas cómplices… y transformar todo eso en recuerdos que duren para siempre.
Siento un profundo agradecimiento cada vez que una pareja confía en mí sin conocerme y me deja acompañarlos en un día tan especial como su boda. Esa confianza es lo que me impulsa a dar lo mejor de mí en cada reportaje, con la ilusión de que cada imagen les haga revivir su gran día una y otra vez.
